Son una buena fuente de vitaminas, sobretodo en vitamina C. Se ha consumido durante muchos siglos para prevenir el escorbuto. Se pueden encontrar en distintas tonalidades de blanco y rosa
Tiene un sabor ácido, cítrico. Su textura es suave pero crujiente y carnosa.
Es perfecta para macedonias de fruta o como guarnición por su toque ácido.