Las hojas y flores de esta especie son comestibles y muy apreciadas en la gastronomía francesa. Las hojas, en particular, se caracterizan por su textura jugosa. Su sabor se asemeja al de la espinaca, ligeramente amargo y salado.
Son comestibles sus flores y hojas, junto con los tallos tiernos, crudas o cocidas, como verdura, a la manera de espinacas.
Las hojas se lucen en ensaladas, albóndigas, encurtidos, rellenos de tartas y empanadas, revueltos, guisos, sopas, etc.