Esta flor también se conoce con el nombre de Boca de Dragón y es originaria del Mediterráneo. Se presenta en varios colores como amarillo, blanco y rosa.
Su sabor a sandía y ligeramente amargo va muy bien para cócteles.
Se utiliza como guarnición en ensaladas. También en rellenos y fritos de tempura.
Su forma hueca y acampanada permite rellenarlas con cremas u otros rellenos para degustarlas como aperitivos.