Flores compuestas en forma de pompón de color azul celeste.
La cocina francesa encuadra al cebollino, junto con el estragón, el perejil y el perifollo como la mezcla base de las ‘finas hierbas’. Preferiblemente a consumir en fresco, a cortar muy finitas e incorporarlas justo antes de servir. Sobre todo si se trata de un plato caliente para evitar que el calor queme sus sabores y sus aromas se pierdan.
El cebollino aporta un sabor más fino y delicado que la cebolla, solo o acompañado de otras hierbas para realzar ensaladas verdes, legumbres como las papas, en los pescados y, en general cualquier receta con huevo. Por ejemplo una tortilla aderezada con flores de cebollino. Textura crujiente que explota con todo su sabor al morderla en boca.