La flor de uno de los árboles de cultivo más antiguos de Europa se toma en infusión y en diferentes recetas. Se le atribuyen propiedades medicinales y se han usado en jarabes e infusiones para combatir resfriados, infecciones o reuma.
Se pueden comer rebozadas y fritas, mezcladas en las masas de bizcochos o en mermeladas, y también crudas en ensaladas.
Se utilizan para elaborar licor, cerveza, jalea, bombones o infusiones.
También se cocinan en tortitas, pancakes y pasteles.