La empresa se llama Arzagot y lleva 43 años cultivando y produciendo fresas silvestres en la Axarquía. El promotor del cultivo es Claude Arzagot. Comenzó su actividad en Burdeos (Francia), pero en 1972 decidió trasladarse a Málaga para aprovechar su clima excepcional. La firma exporta toda su producción a París, Londres, Frankfurt, Nueva York, Bruselas, Génova, Estocolmo, Hong Kong, Singapur o Bangkok. Se trata de un cultivo muy cuidadoso se coloca paja de trigo en el suelo para que la fruta con toque la tierra y se estropee. Además exige mucha mano de obra.
Para recoger un kilo se necesitan más de 700 fresas, es decir entre una y tres horas de trabajo. La gran suerte es que es muy demanda por los grandes chefs de todo el mundo y especialmente por lo grandes maestros pasteleros del globo, ya que está considerada una fruta de alta calidad. El periodo de producción se extiende desde octubre a junio. La producción es ecológica y ocupa una cinco hectáreas de superficie. El Rey de Marruecos consume y demanda estas fresas.