Su hoja se asemeja a la espina dorsal de un pez. Tiene una textura crujiente y sabores entre el ácido intenso del verde de la hoja y el sabor cítrico y mentolado del tagete.
Ideales para agregar a ensaladas, sándwiches, verduras al wok, platos de mariscos e, incluso, para postres calientes.
Cultivamos fresas silvestres y flores en tierra, fomentando la biodiversidad con flora y fauna autóctona. Así, recolectamos en el momento óptimo para garantizar calidad y frescura.
Elaboramos abono con restos vegetales de nuestras propias plantas al finalizar su ciclo de cultivo, aprovechando recursos naturales y fomentando la sostenibilidad.
Seleccionamos y reproducimos en el lugar todas las plantas de fresas, garantizadas genéticamente no modificadas.
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